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 Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás… Puede que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de caprichos sea larguísima, que mis paranoias aumenten día sí y día también; que los malos momentos sean muchos, aunque los buenos los superen. Puede que me entere de cosas que no me gustaría enterarme. Soy incapaz de estar callada dos minutos, o de no reirme a veces cuando me cuentan o hablo de algo serio. Puede que no tenga el mejor cuerpo, ni ojos preciosos, ni labios increibles. Puede que a veces me vuelva loca y grite, o que me pique sin motivo y que me dure dos minutos. Puede que si me pillas de mala ostia te pueda dejar sin cuello pero si me pillas de buenas, aunque no quieras sonreir, sonreirás al ver mi sonrisa. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil, y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar. Siempre.